El cometa 209P/Linear, descubierto en 2004, tarda poco tiempo en
dar la vuelta alrededor del Sol, unos cinco años. Durante estos paseos
cósmicos, la roca helada ha ido perdiendo material volátil hasta el
punto de que pronto se convertirá en un núcleo muerto y sin actividad,
hay quien ya lo considera extinto. La cuestión es que la acumulación de
esas «miguitas de pan» dejadas a su paso durante siglos puede provocar
el próximo 24 de mayo una nueva y espectacular lluvia de estrellas,
muchos de los cuales serán grandes y brillantes, posiblemente más que
Venus, que se contemplarán como un nuevo y auténtico show desde la
Tierra.
En 2006 Esko Lyytinen y Peter Jenniskens fueron los primeros en
anunciar lo que ocurría el próximo mayo, pero su producción dejaba la
tasa de meteoros en apenas un puñado, algo completamente despreciable.
Años después, los astrónomos se dieron cuenta de que el evento podría
ser mucho mayor, ya que la Tierra se encontraría con los rastros de polvo expulsados por este cometa entre los siglos XIX y XX, lo que podría provocar una tormenta de meteoros, denominada así cuando caen más de mil a la hora.
Ahora, pasado el tiempo, las últimas predicciones son más modestas y
los reducen a entre 400 y 200, lo que tampoco está nada mal si se tiene
en cuenta que en la famosa lluvia de las Perseidas suelen caer poco más de un centenar. Lo más interesante es que no se atreven a descartar la posibilidad de la tormenta.
Abundante o no, la lluvia de meteoros llegará la noche del 23 al 24,
cuando la roca se encuentre a unos 8 millones de kilómetros de la
Tierra. Quienes quieran observarla desde España dispondrán de toda la
madrugada para hacerlo, especialmente sus últimas horas. El máximo,
aunque todavía no está bien determinado, se espera para las 8 de la
mañana hora peninsular española, así que nos lo perderemos en nuestro
país. Los habitantes de Norteamérica serán los más afortunados.
Un último estudio canadiense contempla 200 meteoros por hora. No
descarta la tormenta, pero esta es muy improbable porque el cometa ya ha
perdido gran parte del material volátil», explica José María Madiedo,
profesor de la Universidad de Huelva y miembro de la Red Española de
Investigación sobre Bólidos y Meteoros. «El fenómeno
recuerda al de las Dracónidas de 2011, cuando se esperaba que más de mil
‘estrellas’ cayeran del cielo en una hora y finalmente se quedaron en
cientos». Aunque el número no sea tan elevado, el experto sí cree que
puede producirse una abundancia de bólidos, meteoros grandes y brillantes que destacarán en el cielo nocturno aún más que el planeta Venus.
Del cometa Linear se sabe muy poco. No tiene una cola muy vistosa,
normalmente produce muy poca actividad y no fue descubierto hasta 2004,
cuando el observatorio Lincoln Near-Earth Asteroid Research (LINEAR) se
fijó en su existencia. El estallido, además de animar el cielo nocturno,
permitirá conocer más sobre este visitante espacial.
Fuente: abc.es
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