El agua de mar circulaba, libre y a sus anchas, por la Parte Vieja donostiarra anoche.
Contenedores arrastrados por la corriente, farolas que se apagaron por
la entrada del agua en sus peanas y la espuma batiendo contra los
edificios del arranque del Paseo de Salamanca y calles adyacentes eran
la imagen de una furia marina desatada, casi sin que se la esperara. Los problemas comenzaron sobre las cinco y media de la tarde.
El restaurante Kaskazuri, sito en el número 14 del Paseo de Salamanca,
fue el primero que detectó el temporal y el negocio más afectado por su
furia. «Eran sobre las cinco y media de tarde, la gente que se hallaba
en la sobremesa y el café vieron cómo el gua saltaba y se ponían feas
las cosas.
Agentes de la Policía Municipal donostiarra acordonaron la zona sobre las seis y media de la tarde.
Con cinta amarilla y la indicación de «No pasar» quedaba prohibida la
entrada en todas las calles cercanas a la Bretxa y perpendiculares al
Paseo de Salamanca: General Echagüe, Euskal Herria, General Jauregi y,
sobre todo, Soraluze. Además, en La Zurriola fue cortado el Paseo de
Leizaola.
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