Tan solo en los últimos diez años el progreso en la ingeniería genética dejó atónitos a científicos y a la gente común.
Hoy la creación de nuevas formas de vida está al
alcance incluso de estudiantes en su propio hogar. Lamentablemente, las
leyes van a la zaga de los juegos de los científicos.
Por otra parte, estas nuevas formas de vida no son ilegales, pero
pueden representar un peligro para la sociedad. Es imposible predecir
qué pasará en caso de que comiencen a reproducirse. Pero científicos de
todo el mundo solo esperan mostrar su nueva creación al mundo, mostrar
aquello que no hace mucho parecía absolutamente una fantasía.
En calidad de ejemplo se puede citar lo siguiente: científicos han
creado ratones con cromosoma artificial humano. Esto se considera un
avance, que puede derivar en nuevas formas de tratamiento de toda una serie de enfermedades.
De acuerdo con Lifenews.com, científicos de la Universidad de Wisconsin
lograron un gran éxito en el trasplante de células de embrión humano en
el cerebro de ratones. Las células empezaron a crecer y con el tiempo
los roedores se volvieron más inteligentes. Estos ratones pueden salir
de un laberinto y aprender señales convencionales mucho más rápido que
antes del trasplante.
Cabe preguntarse: ¿esta práctica de trasplante de tejidos humanos a
animales genera más beneficios que riesgos? Ya es evidente que el
cultivo de órganos humanos en animales no es ninguna ciencia ficción, sino toda una realidad. Científicos japoneses empezaron a cultivar órganos humanos en cerditos, para lo cual se necesita cerca de un año.
Según Infowars.com, el objetivo principal en este caso es aumentar la
cantidad de órganos con fines médicos. Pero el Gobierno nipón se
plantea otras tareas: está preparando una disposición que permitirá
realizar investigaciones relacionadas con embriones.
Thetruthwins.com indica que si un órgano humano empieza a
desarrollarse en un cerdito, esto ya no será un cerdito al 100 %,
mientras que ese órgano tampoco será un 100% humano. Los receptores de
esos órganos deberán aceptar la introducción de órganos híbridos de humano y animal en su organismo.
Ya mismo y en el futuro también las consecuencias de la creación de
híbridos pueden amenazar a la sociedad. Pero el peligro reside en la
imposibilidad de prever las consecuencias de la pérdida del control de
semejantes híbridos.
Aún más alarmante es el hecho de que la mayoría de los países no
tienen leyes restrictivas de la creación de tales seres, lo que permite
producirlos de forma incontrolada. Es más, no se prevé ningún castigo en
caso de que este ser animal cause daño al entorno.
Existe la opinión de que los animales que se utilizan para el cultivo
de órganos humanos son una vía más hacia la destrucción de la
naturaleza. En 2011 Daily Mail informó sobre científicos británicos que crearon más de ciento cincuenta embriones híbridos de humano y animal, pero la noticia no inquietó a los lectores.
Otros ejemplos fueron citados en la revista Slate: cabras que producen leche humana, estructura anatómica anal implantada en un ratón, y un doctor que crea el sistema inmunitario humano para animales.
De todos modos, estos son tan solo los proyectos de que tenemos
conocimiento. Es posible que existan otros que desconocemos. El híbrido
de humano y animal es posible, pero la discusión sobre si prevalecerán
los beneficios o los riesgos potenciales continúan.
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