2.07.2014

La amenaza subterránea de la Florida.

Es una imagen que aún persigue al oficial de policía Douglas Duval, quien, en la noche del 28 de febrero de 2013, respondió a un llamado de emergencia en medio de la calma suburbana de Tampa y se encontró frente a frente con el mundo subterráneo de Florida, en Estados Unidos.
Dentro de un chalé, el suelo se había abierto y se había tragado el cuerpo dormido de Jeff Bush, de 37 años.
Su hermano Jeremy intentaba rescatarlo frenéticamente, pero Jeff había sido succionado hacia las profundidades y su cuerpo nunca fue hallado.



Sólo gracias a los esfuerzos de Douglas Duvall por arrastrar a Jeremy fuera del hoyo movedizo evitó una segunda tragedia.
La trampilla natural que se abrió y se cobró la vida de Jeff Bush se llama socavón, y está lejos de ser un caso excepcional.
En los últimos años, enormes socavones han aparecido de la noche a la mañana en lugares tan distantes como China y Guatemala, pero es en Florida donde el temor es más grande.
En agosto pasado, un complejo vacacional cerca de Disney World colapsó dentro de un gran agujero de 20 metros.
Por eso viajé a Florida para investigar este fenómeno devastador y para tratar de entender qué causó el hoyo que mató a Jeff y por qué la geología de este estado lo convierte en la capital mundial del socavón.


Cavidades subterráneas
Es posible explorar algunos de estos pozos naturales y descender dentro de los espacios vacíos que hay por debajo en lugares como la cueva de Ladder, en el Condado de Citrus.
Aquí se puede ver cómo la lluvia teñida de ácido y el agua subterránea se comen lentamente el lecho de roca caliza, produciendo cavidades bajo la superficie.
A menudo, el barro y la arena superficiales son arrastrados dentro de estas cavidades para formar un paisaje marcado por hoyos y depresiones que llamamos carst o carso.

El problema es que a veces el mundo subterráneo de cuevas y cavernas se abre paso hasta la superficie y arrastra todo lo que hay encima.
Estos “colapsos de la cubierta” son la amenaza mortal que acecha en la Florida subterránea.


Según las investigaciones, uno de estos colapsos de la cubierta yacía justo debajo de la habitación de Jeff Bush.
Bill Bracken, el ingeniero de estructuras que trabajó con los equipos de emergencias en la casa de Bush, me mostró imágenes que tomó desde dentro del hoyo aquella noche.
Verlas es escalofriante. Cuando se abrió y el suelo empezó a caer hacia dentro, una fuerza de succión rompió y arrastró el piso de concreto hacia abajo junto a todo lo que había en el cuarto.
Los socavones son bastante comunes en Florida. Virtualmente todo el estado, desde los Cayos en el sur hasta el límite con Georgia en el norte, es una enorme plataforma caliza bañada por debajo por el agua subterránea y con un clima húmedo que aporta abundante lluvia desde arriba.


En aumento
El agua mantiene el césped verde, llena las piscinas y provee de agua potable a millones de personas. Pero también está consumiendo la base rocosa soluble de Florida.
El resultado es un estado derrumbándose en sí mismo. Entre las calles de la ciudad, los tranquilos suburbios y los naranjales, a menudo se abren agujeros que revelan una nueva Florida escondida.
Los residentes están comprensiblemente preocupados. Cada vez que aparece una grieta en sus casas, los dueños llaman enseguida a expertos geotécnicos.
Más de 6.500 reclamos de seguros por socavones se registran al año. Todo esto hace que los hoyos de Florida sean un auge para abogados y geólogos.
Los que no es tan común es que supongan una tragedia. La muerte de Bush es la primera causada por uno de estos fenómenos en años en este estado.


El distrito de Seffner, donde estaba su casa, está en un punto especialmente favorable para los socavones: un grupo de colapsos que horada la parte centro y oeste del estado, alrededor de la ciudad de Tampa.
Su muerte causó desasosiego entre las comunidades del oeste de Florida, porque el flagelo de los socavones está en aumento.
No se sabe exactamente por qué son cada vez más prominentes. Sus detonantes son enigmáticos, aunque el hecho de que haya una “temporada de socavones” sugiere que el clima tiene algo que ver.
En los meses de verano, los huracanes de la costa del Golfo de México inundan el estado, arrojando toneladas de agua sobre la tierra en cuestión de horas, aplastando el suelo y haciendo colapsar los techos de las cuevas que hay por debajo.
En la temporada seca, puede descender el nivel freático de los acuíferos, reduciendo la presión en las cavidades llenas de agua y haciendo que colapsen sus costados.


Factor humano
Pero los cambios drásticos de la napa subterránea de Florida pueden provenir de otra fuente sorprendente. El clima templado y húmedo y el suelo fértil son ideales para la agricultura, y han hecho que esta región, junto a California, sea la cesta de la fruta de Estados Unidos.
Sus famosos naranjales y campos frutales se irrigan en parte con el agua subterránea del acuífero de Florida.
A diferencia del calor que dura todo el año en California, en los meses de invierno Florida puede ser fría y sus frutas, especialmente su vasta cosecha de fresas, suelen estropearse con las heladas.
Así que cuando el frío aprieta de forma súbita, los agricultores responden rociando intensamente los campos con el agua cálida subterránea.
Este agresivo bombeo del manto freático, sin embargo, puede hacer descender el nivel de los acuíferos repentinamente en decenas de metros. Cuando esto ha ocurrido en el pasado, ocurrieron varios colapsos.
No hay evidencias de que el uso de agua subterránea para la agricultura fuera el desencadenante del socavón mortal en Seffner.
Sin embargo, es un recordatorio de la creciente presión humana que se está ejerciendo sobre el sistema natural en el que se apoya Florida.
La tentación del sol atrae cada vez a más gente a este estado, y la expansión urbana está avanzando hacia tierras silvestres que ocultan trampas subterráneas. En el pasado, podrían haber pasado desapercibidas. Pero hoy no.
Pero eso, de alguna manera, la razón real del aumento del daño producido por socavones en Florida es el factor humano.

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