El equipo de científicos, liderados por la Universidad de Cantabria
(UNICAN) ha establecido el primer análisis probabilístico basado en
simulaciones numéricas para evaluar el riesgo de tsunami en el Mar de
Alborán, un área “muy activa”.
“En la zona no se generan tsunamis de gran magnitud como en Cádiz,
pero hay más eventos pequeños”, explica a SINC Mauricio González, autor
principal e investigador en el Instituto de Hidráulica Ambiental (IH
Cantabria) de la UNICAN.
El estudio, que se ha publicado en el Turkish Journal of Earth Sciences,
revela que el riesgo de tsunamis en el sureste de España es “de medio a
bajo”. Las zonas más sensibles y las que tendrían mayor elevación de
olas serían las cercanas a Málaga, Adra y Melilla.
“Hablamos de olas de hasta metro y medio que podrían afectar a la
operación de puertos (hundimientos de embarcaciones o derrames de
petróleo si están operando en ese momento), e inundar zonas bajas con bañistas si es verano”, señala González.
Una probabilidad remota, pero real
La costa sureste de España ha sufrido en las últimas décadas una gran
transformación por el turismo y el uso de la costa. Según los
investigadores, las infraestructuras construidas podrían verse afectadas por tsunamis, “eventos con poca probabilidad y baja frecuencia, pero con un gran impacto”.
Para González, hoy un tsunami podría ser provocado en las costas
españolas por un terremoto de mínimo 6 grados en la escala de Richter en
las fallas tectónicas de la costa Atlántica (zona de Cádiz), y
“principalmente en el Mediterráneo”. También son posibles los
deslizamientos en Baleares.
Sin embargo, todavía no existen medidas de prevención o de alerta
para la población española, a pesar de que el Comité de Tsunamis Español
elaboró una propuesta de un sistema de alerta frente a tsunamis en el litoral español hace cinco años.
“Estamos frente a un fenómeno de muy baja frecuencia (entre decenas y
centenas de años), pero de un efecto devastador cuando ocurre. La
lección aprendida del tsunami de Indonesia en 2004, donde más de 230.000
personas murieron, es que puede ocurrir en cualquier lugar del mundo.
Por lo tanto en las zonas de riesgo como España, debemos estar
preparados”, apostilla el investigador.
Según González, “en España falta conciencia y atención en todos los
niveles (central, regional y local), y es fundamental educar e informar a
la población expuesta y tomar medidas de prevención”.
El tsunami en 1755 afectó la ciudad de Huelva
Hace 255 años Huelva y Cádiz fueron las ciudades españolas que más
sufrieron las consecuencias del terremoto de Lisboa de 1755. Mauricio
González junto a otro grupo científico portugués ha analizado también la
extensión de la inundación provocada por el tsunami del 1 de noviembre de 1755, a partir de escritos de la época.
Para comprobar el alcance del tsunami, los científicos realizaron
simulaciones a partir de modelos matemáticos. “Aunque se desconoce cómo
fue la rotura de las fallas submarinas que generaron el terremoto en
1755, las simulaciones que recreamos son parecidas al de 1755”, informa
González.
Además, el equipo se basó en un informe del Consejo de Castilla de 1755, y también en el Nuevo y Curioso Romance y el Informe de la Academia del mismo año. Según el trabajo, que ha publicado la revista Natural Hazards and Earth System Sciences, la inundación llegó al centro de la ciudad y hubo muertos.
Las simulaciones revelan que el agua pudo producir una destrucción
“considerable” en las áreas más cercanas a la costa como Huelva, Punta
Umbria, y Corrales. Como indica el estudio, el fenómeno pudo tener “un impacto dramático” en una gran área cerca de Huelva e inundar hasta los cinco metros entre 82 y 92 km2 del territorio.
“Un evento similar al de 1755 generaría una tragedia en toda la
costa, por las urbanizaciones y la ocupación de la costa que encontramos
hoy en día. Posiblemente sea una tragedia peor que la de Indonesia si
ocurriera en época de verano. Sólo es cuestión de tiempo que vuelva a
ocurrir, podría ser mañana, dentro de seis meses o dentro de 50 años, y
lo peor es que no estamos preparados”, denuncia el científico.
Estos trabajos se desarrollaron dentro del proyecto europeo Tsunami
Risk ANd Strategies For the European Region” (TRANSFER), que incluye
también mapas de inundación, vulnerabilidad y riesgo para Cádiz y
Huelva, y mapas de peligrosidad para las Islas Baleares.
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