2.11.2014

Londres en alerta por el desbordamiento del Támesis.

La alerta por las inundaciones que asolan el sur, el este y el oeste de Inglaterra en el invierno más lluvioso de los últimos 250 años ha llegado a las puertas de Londres.
 


La Agencia de Medio Ambiente ha emitido 14 avisos de “peligro para la vida” y ha recomendado la evacuación de miles de hogares ante el temor de un desbordamiento del río Támesis a su paso por Berkshire y Surrey.
La situación desesperada que se vive en el condado de Somerset, al suroeste del país, se está propagando a otras zonas de la Inglaterra central y ha forzado el despliegue de unidades de los Reales Marines, que están auxiliando a las poblaciones afectadas con sus equipos de vehículos anfibios.
Los temporales de las últimas semanas, que han alterado gravemente la costa sur de Inglaterra y han destruido las comunicaciones por ferrocarril con gran parte de la región de Cornualles, han desencadenado también una tormenta de acusaciones contras los máximos responsables del Gobierno de David Cameron por la falta de previsión.

Los ministros de Medio Ambiente, Owen Paterson, y de Comunidades Rurales, Eric Pickles, se han declarado mutuamente la guerra, mientras arrecian las peticiones de dimisión por parte de la oposición laborista, que ha forzado un debate urgente para hoy en la Cámara de los Comunes ante la gravedad de la situación.
El director de la Agencia de Medio Ambiente, Chris Smith, ha culpado entre tanto a la Secretaría del Tesoro por los recortes de su presupuesto y por las crecientes dificultades para hacer frente a situaciones de emergencia. El propio Cameron ha tenido lanzar un mensaje al ala dura de su propio partido y ha insinuado que las inundaciones de este invierno están vinculadas al cambio climático.
Pese a la existencia de 141 alertas en todo el país, la Agencia de Medio Ambiente ha decidido concentrar sus esfuerzos en el Támesis y en las inmediaciones de Londres, donde la “barrera” que protege el este y las zonas bajas de la ciudad ha tenido que cerrarse 28 veces en los últimos dos meses (una cifra récord desde que fue construida en 1982).

La “mancha” de las inundaciones va creciendo entre tanto en el oeste del Gran Londres y amenaza con afectar días a las comunicaciones de la ciudad con el oeste y al funcionamiento del aeropuerto de Heathrow si no remiten las lluvias previstas para los próximos días.
“No es el momento de lanzar los dedos acusadores”, ha advertido hoy el viceprimer ministro, Nick Clegg, durante una visita a Burrowbridge, en Somerset, ante las crecidas que han convertido una tercera parte del condado en un pantano impracticable. “En todo caso, tenemos que volver la vista atrás y ver lo que ha funcionado, para que no vuelva a ocurrir en el futuro”.
David Cameron, criticado también por no haberse mojado hasta ahora, ha vuelto a las zonas inundadas por segunda vez en tres días. El Príncipe Carlos recorrió también la Inglaterra bajo el agua hace apenas una semana e instó a los políticos a tomar medidas urgentes para ayudar a las decenas de miles de británicos afectados.

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